La mujer en su libertad de expresión transformo a Europa con el arte de su belleza|
En 1850, Celeste Mogador, inventó un nuevo baile: The Quadrille, un ritmo movido y escandaloso, caracterizado por la flexibilidad y el balanceo con un toque de acrobacia. Las chicas del Quadrille, muy provocadoras e impúdicas para la época, pusieron de cabeza a la alta sociedad con sus gritos y ropas excitantes. Inspirado en ese preludio del rítmico baile, Charles Morton inventó el Can-Can Francés, y mientras la sociedad británica se encontraba fascinada por el Quadrille, la popularidad del Can-Can en Francia continuaba creciendo hasta convertirse en un baile ritual. Exclusivamente interpretado por mujeres, su esencia consistía en gritar, extender y elevar las piernas mostrando la ropa interior.
Con toda esta mixtura, el entorno social, cultural y artístico era realmente festivo. El Molino, ese nuevo music-hall enclavado en el Jardín de Paris, la mujer en su libertad de expresión transformo a Europa con el arte de su belleza.